El cuadro en restauración
Todos conocemos el famoso cuadro de Johannes Vermeer (1632-1675) titulado La joven leyendo una carta enseguida de una ventana abierta(1657). Pues bien hace aproximadamente unos dos años el Staatliche Kunstsammlungen Dresden de Alemania puso en marcha un programa de restauración de esta gran pintura.
La restauración se centra en hacer visible una pintura de un cupido que esta colgada en la pared de fondo dentro de la pintura. Desde entonces los restauradores del museo han ido removiendo poco a poco la capa de pintura que cubría al cupido de Vermeer.
El cupido cambia el significado
Esta restauración parte de la idea de los expertos en que el descubrimiento de este cupido cambia completamente el significado de la pintura, reforzando la idea de que la joven esta leyendo una carta de amor. Así que llegaron a la conclusión que es necesario quitar la capa de pintura para que el publico pueda entender el significado de la obra.
La conservadora y curadora de la obra, Uta Neidhardt, piensa que esta acción es muy importante y expreso en un comunicado que es una oportunidad para repensar la obra.
1997 se detecto el cupido oculto en la pintura, esto gracias a la exposición de la misma a rayos x. Por mucho tiempo los investigadores pensaron que fue el mismo Vermeer quien habría cubierto al cupido con pintura blanca para crear el muro detrás de la joven que lee la carta. Pero fue en el 2017 cuando el restaurador en jefe Christoph Schölzel, determino que la capa de pintura que cubre al cupido, se coloco a finales del siglo XVIII mucho después de la muerte de Veremeer.
Para el 2019 el cupido ya estaba parcialmente expuesto, aunque lo cubría una fuerte capa oscura y amarillenta. Este amarillamiento se debió a paso del tiempo quien oscureció los tonos fríos del cuadro y opaco/amarillo los claros. En este nuevo proceso se tuvo que utilizar un microscopio y un bisturí para ir raspando la capa sin eliminar la capa de pintura original.
La pintura fue terminada por Vermeer en 1657 y adquirida por la ciudad de Desde en 1742. Durante muchísimos años la pintura fue atribuida a Rembrandt y después a Pieter de Hooch hasta que el galerista y crítico de arte francés Théophile Thoré-Bürger lo encontrara en la galería. Desde entonces se es reconocida como un Vermeer.